Add parallel Print Page Options

15 ¡Maldito el que alegró a mi padre
con la noticia de que un hijo varón le había nacido!
16 ¡Que ese hombre sea como las ciudades
que Dios destruye para siempre!
¡Que oiga de mañana gritos de dolor,
y alarma de guerra a mediodía,
17 pues Dios no me hizo morir en el seno de mi madre!
Así ella hubiera sido mi sepulcro,
y yo nunca habría nacido.

Read full chapter